¡Hola a todo/as!
No sabemos si a vosotro/as os sucede lo mismo, pero con la llegada del buen tiempo y más horas de sol nosotros nos encontramos más creativos. Parece que apetece más hacer manualidades al aire libre. En una entrada anterior explicamos cinco tendencias de la primavera 2017 y entre ellas estaba la decoración marinera, muy típica en ésta estación del año. A nosotros nos gusta mucho, así que nos hemos puesto manos a la obra para traer un poco del espíritu marítimo a nuestro DIY de hoy. Es fácil, sencillo, y rápido de hacer. ¿Te animas?
No ocultamos nuestra devoción por la pintura chalk paint por lo que no desaprovechamos cualquier oportunidad que tenemos para utilizarla. En éste caso la utilizaremos para pintar una caja de madera. También dedicamos una entrada a éste tipo de pintura en la que detallamos sus principales características y bondades. A nosotros ya nos encantó al primer uso: se seca rápidamente, es inodora, tiene una textura muy buena y el efecto final que deja es precioso.
La característica principal de éste DIY es el decapado a dos colores. Decapar significa pintar una superficie y después lijarla para que al desgastarse pueda percibirse el color base de la superficie pintada. Se utiliza mucho en los muebles de madera cuando se les quiere dar un aspecto envejecido. A nosotros ésta técnica nos gusta mucho ya que te abre un amplio abanico de acabados. El decapado a dos colores es uno de ellos.
Caja de madera rústica pequeña.
Pintura chalk paint en tonos crema, azul claro y gris.
Pincel pequeño.
Papel de lija o lijadora eléctrica orbital.
Plantilla adhesiva.
Cordel de tonos blanco y azul.
Pistola de pegamento caliente.
Tijeras.
Empezaremos pintando la caja de madera con el tono base que hayamos escogido, en nuestro caso el color azul. Una capa será suficiente. Éste será el color que podremos entrever cuando decapemos la caja con la lija. Una vez seca la pintura, aplicaremos otro tono, en éste caso el blanco o crema. Para un mejor acabado es mejor aplicar dos capas de pintura. Así el resultado final será más uniforme, y cuando decapemos tendremos más margen. Es decir, se podrá graduar más la transición entre el blanco y el azul, por lo que el resultado final será visualmente más bonito.
Las tonalidades del blanco y el azul junto con el de la madera de pino, forman parte de la paleta típica de colores de la decoración marítima, pero podéis escoger los tonos que más os gusten.
Por el contrario, si lijamos a mano, pese a dedicarle bastante tiempo controlamos en todo momento la intensidad de nuestro decapado y podemos graduarlo a nuestro gusto: podemos dejar zonas más decapadas, otras en las que sólo se vea un poco el azul, etcétera.
Con la ayuda de una pistola de pegamento caliente decoramos las asas de la caja con un fino cordel en tonos azul y blanco, muy en concordancia con el diseño general. Aplicamos una gota de pegamento para fijar el cordel y lo iremos enrollando lentamente. De vez en cuando recomendamos ir aplicando un poco de pegamento para fijar bien el trabajo que vamos realizando.
¡Listo! Con éstos cuatro sencillos pasos ya tenemos nuestra caja marinera lista para ser utilizada y decorar nuestra casa. Las cajas son muy versátiles por lo que podemos utilizarlas para casi todo. ¡Tienen mil usos!