¿Nunca habéis soñado con poder tener una casa a las afueras, en el campo, y decorarla con un estilo bucólico y romántico? Nosotros sí. Nos encanta la calma que desprenden las casas de ensueño, rodeadas de naturaleza, en las que parece que el tiempo se para y las preocupaciones y el estrés nos abandonan para disfrutar de una increíble sensación de bienestar. ¡Ojalá se pudiera vivir en ellas eternamente!
El estilo provenzal es el estilo decorativo por excelencia de estas casas típicas de campo donde la madera, las flores y los muebles vintage sus los protagonistas indiscutibles. Es una tendencia tan bonita y amable que es una pena que quede relegada sólo para residencias más rústicas y no de las más urbanas. Así que os mostramos las tres claves más importantes de éste estilo para conseguir transformar vuestra casa en un lugar de ensueño permanente. ¡Toca ponerse cómodos porque viajamos al interior de la Provenza Francesa!
Al sureste de Francia, en la Costa Azul, nos encontramos La Provenza, una región en la que abundan espacios rurales llenos de belleza: casas de campo en piedra y madera envueltas de emblemáticas plantaciones de lavanda y otras flores aromáticas. La belleza de estos parajes se manifiesta en la decoración mediante el estilo provenzal. Un estilo rústico, sencillo, de ensueño y un tanto vintage.
El estilo provenzal es acogedor, muy sencillo y sobre todo poco recargado. Lo más destacable es su luminosidad, la importancia que tiene la madera en los ambientes, el gran protagonismo de las flores y su romanticismo. Ésta última característica es su seña de identidad.
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A la tendencia provenzal le gusta rodearse de elementos naturales, entre ellos la madera, su material por excelencia. Techos altos y vigas de madera a la vista combinadas con paredes en colores crudos, blancos o beige forman parte de la decoración.
La inmensa mayoría de los muebles son en madera, artesanales, vintage y con un halo antiguo. Los muebles suelen ser de líneas curvadas y antiguos. No te preocupes si no tienes muebles de ése estilo, puedes conseguir el mismo resultado pintando de colore suaves muebles de líneas clásicas y después decapando la pintura para conseguir el efecto envejecido.
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Seguro que lo primero que se te pasa por la cabeza al pensar en la Provenza son las flores. En especial la lavanda, su gran seño de identidad. Así que no es de extrañar que las flores sean una pieza clave que debemos tener en cuenta sí o sí a la hora de decorar cualquier rincón de nuestro hogar.
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Ya hemos comentado la importancia que tiene la naturaleza en esta decoración, así que busca incorporarla también dentro de la casa y no relegarla sólo a algo del exterior.
Las flores silvestres no pueden faltar en esta tendencia tan romántica, por lo que toca inundar nuestra casa con jarrones y jarrones de flores. Podemos tener flores de mil y una maneras. Si optamos por las naturales debemos tener en cuenta que para conseguir un estilo 100% provenzal se deberá prescindir de colocarlas en macetas de plástico o cerámica. En su lugar utilizaremos cestas de mimbre o madera. Ambos materiales son muy significativos en ésta tendencia decorativa.
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Si por el contrario preferimos flores que no requieran cuidado alguno los textiles son vuestra salvación. Las flores estampadas en cojines, fundas, cortinas ayudarán a aportar el toque distintivo y romántico de las flores naturales. ¡Y no se marchitan! Los tejidos siempre tendrán que ser de telas poco lujosas, sino de algodón o lino. Muy en línea del estilo campestre provenzal.
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Las flores secas son otra opción que combina a la perfección con la madera y ayudan a aportar un bonito punto bucólico y añejo a la estancia. En cualquier floristería podrás encontrar un poco de lavanda que ayudará a crear un precioso ambiente romántico a tu hogar.
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Por supuesto el exterior también es un elemento clave. Aunque posiblemente es lo más difícil de aplicar en nuestra casa ya que por desgracia no todos disponemos de terrazas o jardines. Sin embargo no debemos desanimarnos. Plantas y flores en macetas de madera y latón envejecido ayudarán a impregnar de la magia de la Provenza nuestras ventanas o balcones. ¡Que no nos limite el espacio aunque sea pequeño!
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El estilo provenzal no es recargado, se centra en los detalles, son los que marcan la diferencia. Con ellos conseguimos el efecto romántico que deseamos. Un mueble decapado, unas flores en una maceta de madera, paredes en tonalidades suaves, son éstas pequeñas cosas las que hacen que el conjunto final sea de cuento.
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¿Qué tonalidad clara escoger para las paredes? Cualquier variante del blanco será perfecta: blanco roto, beige claro, crudos suaves. Incluso tonalidades un poco más cálidas. Lo más importante es evitar el blanco impoluto ya que rompe con el efecto añejo que buscamos dar a la habitación y que además es típico de la decoración nórdica.
La tendencia provenzal no se define por utilizar colores vivos que rompan la armonía creada por los demás elementos. Así que es preferible evitarlos. La paleta siempre suele ser de tonalidades claras que se presentan de manera sutil: tostados, grises, rosas, amarillos, etc.
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Las antigüedades son verdaderos tesoros en el estilo provenzal. Justamente se valora mucho el paso del tiempo en los muebles y otros objetos decorativos, ya que les añade valor. Un mueble tiene su encanto si está un poco desgastado o decapado. No hay que esconder estas pequeñas imperfecciones, son las que aportan el estilo añejo y romántico tan característico. ¿Tienes alguna silla que ya no quieras utilizar? ¡Recíclala! Con una mano de pintura y un decapado tendrás una silla vintage perfecta para decorar la estancia. Anímate a hacer lo mismo con cualquier otro mueble o pequeño objeto en madera que tengas. ¡El resultado será espectacular!
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