¡Hola a todos/as!
Hacía tiempo que no os traíamos un DIY con alguno de nuestros productos, así que nos hemos puesto manos a la obra y he aquí el resultado: un colgador rústico para nuestras llaves hecho con una bandeja de madera. Sí, has leído bien ¡una bandeja! ¿Quieres ver cómo lo hemos hecho? ¡Es muy sencillo!
Aunque a primeras pueda parecer lo contrario, este DIY es muy sencillo de hacer (¡lo prometemos!). Gracias al decapado de las pinturas conseguiremos un acabado rústico muy bonito. La parte de pizarra ayuda a complementar el estilo además de servir para apuntar alguna cosa con tiza. Estamos ante un DIY que además de ser decorativo tiene doble funcionalidad: cuelgallaves y pizarra.
Los materiales que necesitamos son los siguientes:
- Bandeja de madera tamaño grande
- Pintura chalk paint en dos tonos uno más claro y otro un poco más claro siguiendo la misma tonalidad cromática. En nuestro caso una tonalidad cacao y otra crema.
- Pintura de pizarra. La podéis encontrar en cualquier tienda de manualidades o bricolaje.
- Pinceles de tamaño medio.
- Cinta de carrocero.
- Papel de lija de grano fino.
- Una vela pequeña.
- Cera natural.
- Colgadores de serreta.
- Destornillador.
- Cáncamos redondos abiertos.
- Barrena manual.
Con la cinta de carrocero empezaremos delimitando fondo de la bandeja para protegerlo cuando pintemos el resto de la bandeja. Además, ayudará a que el resultado quede mucho más pulido.
Pintaremos toda la bandeja (menos la base interior, que será la parte que corresponde a la pizarra) de nuestro tono más oscuro, el cacao. Aplicaremos una capa, con la pintura a la tiza (o chalk paint) se consiguen acabados muy uniformes incluso con una capa. Además, no buscamos un resultado perfecto ya que volveremos a pintar toda la superfície de otro color.
Cuando la capa esté bien seca, con una vela frotamos suavemente las esquinas y bordes de la bandeja y zonas en las que queramos que haya más decapado. La cera creará una película para que la segunda capa de pintura no se adhiera tanto y así sea mucho más fácil y rápido el decapado, facilitandonos el trabajo.
Una vez hecho esto, procederemos a pintar con el segundo color, el más clarito. Un tono crema que será el definitivo. Al ser una tonalidad más clara que el color base, aplicaremos dos capas para que quede todo bien uniforme. El orden de aplicación de éstos colores servirá para lograr nuestro efecto rústico. En caso que no queráis conseguir este acabado, podéis combinar otros colores a vuestro gusto.
Para decapar la bandeja utilizaremos papel de lija fino (de grano 120), ideal para los decapados ya que al no ser un grano demasiado grueso podemos controlar en todo momento la graduación e intensidad de nuestro decapado. Si escogemos una lija mucho más gruesa es posible que a la primera pasada nos llevemos mucha más pintura de la deseada.
Con cuidado decaparemos por los bordes y por todas las zonas en las que hayamos frotado previamente la vela. Nuestra intención es que sólo se muestre el color de abajo, no la madera, así que no será necesario insistir mucho.
Decaparemos hasta que quede a nuestro gusto y después limpiaremos toda la bandeja con un paño húmedo para retirar los restos de polvo que se hayan podido crear.
Ahora llega el turno de la pizarra. Volveremos a delimitar la zona a pintar, pero ahora pegaremos la cinta en los laterales de la bandeja para así evitar manchar nuestro trabajo anterior.
La pintura pizarra transforma cualquier superficie en pizarra de color negro en la que podremos pintar con la tiza. Ahora en el mercado son muy fáciles de encontrar y son geniales para cualquier DIY. Además es muy fácil de aplicar y utilizar, como si se tratara de una pintura de características normales.
Para conseguir un acabado consistente y uniforme recomendamos aplicar un par de capas. No se trata de una pintura que tarde mucho en secarse así que no hay problema.
Una vez llegados a este punto sólo nos quedará clavar los soportes de serreta en la parte posterior. Para ello nos ayudaremos de una barrena manual, que nos servirá para apuntalar los tornillos. Debemos de ir con cuidado de que éstos no sean demasiado largos para evitar que sobresalgan por el frontal.
Para finalizar colocaremos los cáncamos redondos abiertos en el lateral de la bandeja que está situado en la parte inferior. En ellos colgaremos posteriormente las llaves. Nos ayudaremos nuevamente de la barrena para apuntar el agujero y para apretar los cáncamos. También debemos ir con cuidado de no colocar unos que sean demasiado largos o gruesos y nos fracturen la bandeja. Bastará con unos de pequeño tamaño, ya que sólo deberán sostener unas llaves.
¡Y voilà! Como resultado final hemos conseguido transformar una bandeja de madera en un original y único colgador de llaves rústico con pizarra para poder apuntar nuestras notas y mensajes. ¡Esperamos que os animéis a hacerlo a vuestro gusto!